La cotización de tarifas bajo estrategias de menor variación y mejores tiempos de tránsito en el transporte intermodal, se basan en factores de origen, destino y producto.
Luis Felipe González, gerente de Desarrollo de Pricig & Business at Hub Group, recomendó a las empresas verificar las variables clave en los modos de transporte y así seleccionar el medio ideal para el traslado de la carga.
Por ejemplo, en distancias de un rango de 800 a 1,000 kilómetros es mejor utilizar el ferrocarril frente al autotransporte.
“Este transporte (el ferrocarril) está diseñado para distancias largas, mientras que para distancias de recorrido menores a 400 kilómetros, es decir la última milla, es conveniente utilizar el autotransporte de carga”, dijo.
El transporte ferroviario representa una serie de beneficios en cuanto a costos de combustible y menores emisiones de CO2 a la atmósfera, frente al autotransporte.
Además en México, “los subsidios al diésel y gasolina benefician el establecimiento de tarifas menos volátiles”, abundó durante su participación en un evento convocado por la Asociación Mexicana del Transporte Intermodal /AMTI).
Explicó que las tarifas para los ferrocarriles son anualizadas y se fijan en volúmenes día con día, además de contemplar gastos extras como almacenaje, arrastres extras, fumigaciones y/o, sobrecargos por la capacidad.
No obstante, en los dos últimos años, hay una tendencia mundial de establecer un precio tarifario por periodo determinado con la posibilidad de cambiar de proveedores, como una iniciativa impulsada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Edna Herrera
