La Asociación Americana de Ferrocarriles (AAR) y la Asociación Estadounidense de Ferrocarriles Regionales y de Líneas Cortas (ASLRRA), presentaron una demanda conjunta contra la Junta de Recursos del Aire de California (CARB), en respuesta a una regla propuesta que busca restringir la vida útil de las locomotoras existentes y forzar su prematuro reemplazo por locomotoras de cero emisiones.
Con ello, se pone en juego el futuro de más de 25,000 locomotoras que se verían afectadas por esta regla, que exige su sustitución por tecnología de cero emisiones. No obstante, es importante destacar que dicha tecnología aún no ha sido debidamente probada en prototipos ni en condiciones operativas reales, y tampoco está disponible en el mercado en la actualidad.
Chuck Baker, presidente de ASLRRA, ha sido enfático al señalar que las regulaciones propuestas por CARB resultarían completamente impracticables e inviables para los ferrocarriles de línea corta. Estas empresas desempeñan un rol fundamental al brindar servicios esenciales en áreas rurales y pueblos pequeños, conectándolos a la red ferroviaria de carga nacional.
La implementación de la regla CARB podría acarrear graves consecuencias económicas, llevando a la bancarrota a algunas de estas pequeñas empresas y afectando negativamente la competitividad de los productos originados en California.
Regla improcedente
Ante este escenario, AAR y ASLRRA argumentan en su demanda que CARB carece de la autoridad legal para promulgar una regla que impacta en locomotoras en uso, ya que la regulación de las operaciones ferroviarias recae exclusivamente en el ámbito del gobierno federal.
Ian Jefferies, presidente y director ejecutivo de AAR, ha subrayado la estrecha relación entre el movimiento de bienes y la sostenibilidad, reafirmado el compromiso inquebrantable de la industria ferroviaria con la sostenibilidad, reconociendo la necesidad de desarrollar tecnologías de cero emisiones confiables y eficientes.
Si bien la industria ha estado explorando tecnologías emergentes, como locomotoras eléctricas con baterías y de celdas de combustible, y ha implementado medidas como la tecnología anti-idling y el uso de combustibles renovables, las líneas cortas dependen del apoyo gubernamental para llevar a cabo proyectos piloto de esta envergadura.
No obstante, con los avances logrados, los ferrocarriles han argumentado ante CARB que las locomotoras de cero emisiones aún no son comercialmente viables en la actualidad. Pese a ello, la regla CARB impondría a los ferrocarriles que operan en California costos anuales de miles de millones de dólares a partir de octubre de 2023.
Daniel Zurita