Norma Becerra Pocoroba, presidenta del Consejo Nacional Directivo de la Asociación Mexicana de Agentes Navieros (AMANAC) es una mujer con tres grandes pasiones: su familia, sus amigos y los barcos.
En un sector ampliamente dominado por los hombres motivó y forzó a Becerra Pocoroba a prepararse, investigar y atreverse a buscar qué era lo marítimo.
Bajo estas premisas de preparación y empuje, Becerra Pocoroba se ganó una de las posiciones más importantes para el gremio, representarlo ante autoridades, organismos vinculados al transporte, a la actividad por la logística y ante el Consejo Nacional e Internacional.
Así, convirtió en la primera mujer en presidir la AMANAC, la mayor organización del comercio marítimo del país. Desde su fundación, hace 34 años, la asociación siempre estuvo bajo el liderazgo de un hombre, pero hace dos años las cosas cambiaron.
Es indudable que una de las tareas más relevantes es conducir hacia una participación con igualdad y equidad entre hombres y mujeres bajo su liderazgo.
“Cuando uno ejerce una influencia sobre otros ésta permite incentivarlos para trabajar en forma entusiasta por un objetivo común”, dijo durante la conferencia magistral “Liderazgo femenino en el Siglo XXI”, impartida en el Instituto Universitario Patria de Mérida.
Ahí, destacó que las mujeres representan sólo el 1.2% de la mano de obra marítima mundial de acuerdo con el Seafarer Workforce Report 2021, elaborado por la International Chamber of Shipping, es decir, 24,059 mujeres, que prestan servicio como gente de mar.
Por ello, la dirigente empresarial reconoce como tarea de hombres y mujeres, la necesidad de impulsar acciones de inclusión, equidad, visibilidad y accesibilidad para avanzar de la mano en las metas compartidas.
“Nos falta mucho por caminar, pero yo creo que ahí vamos. Cuando habla uno de inclusión, yo creo que la participación de las mujeres es importante, porque la inclusión la hacemos todos, y no solamente las mujeres, porque también nosotras tenemos que ir de la mano de los hombres”, expresó.
Sin embargo, también es necesario capacitar a las empresas para que entiendan la importancia de la inclusión, porque se habla de inclusión, de la diversidad, pero aún hay sectores en los que, por ejemplo, no se aceptan a personas discapacitadas. Y no por ser discapacitados, no se trata de personas menos inteligentes, brillantes o capaces.
De manera que también por eso se tiene que luchar, “hay mucho por qué luchar”.
Los retos no cesan, y en la medida que avanza el tiempo se presentan entornos cada vez más complejos.
Uno de ellos sigue siendo la pandemia por Covid-19, un periodo durante el que toda la cadena logística de México siguió trabajando y logró sortear y evitar desabastos, un problema que se presentó en diversos países.
“Todos los que participamos en la logística del comercio internacional de nuestro país, debemos estar orgullosos de que desafiamos estos mares y esta vida llena de desafíos”, dijo.
Es por ello que “tenemos que seguir unidas y unidos, y navegar juntos en estos mares para poder llegar a buen puerto”.
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