Aunque cada semana se resalta que siguen a la baja los homicidios dolosos, el año pasado se presentaron 33.5 millones de delitos con un costo para la sociedad de 1.07 del PIB, según el INEGI.

Pese a las buenas cifras en el rubro de homicidios dolosos, lo cierto es que México está muy lejos de tener una caída palpable de la inseguridad.

Basta ver a grandes rasgos la reciente Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Inseguridad Pública (ENVIPE) del INEGI que precisa un ascenso de los eventos delictivos, donde familias y empresas hacen lo que pueden para defenderse.

Según la fuente, los delitos más frecuentes son los que padecemos a diario: robos y asaltos en las calles, fraudes y extorsiones.

No se exagera al decir que la inseguridad implica para los mexicanos pensar en tratar de evitar ser parte de la estadística: decidir qué rutas tomar, evitar ciertas zonas, no usar el celular en la vía pública y, claro, avisar constantemente a familiares y amigos de que uno ha llegado bien. Es la rutina de todos que ya no sorprende a nadie.

El INEGI señala que el año pasado se presentaron 33.5 millones de delitos cuyo costo para la economía fue de casi 270 mil millones de pesos, algo así como el 1.07 por ciento del PIB.

Los delitos, pese a la “llamada atención de las causas” y por supuesto el mayor gasto en seguridad, siguen en alza. Por eso nadie entiende las cifras que se destacan cada semana en Palacio Nacional.

Según la misma encuesta del INEGI, en 2024 se presentaron 35 delitos por cada 100 mil habitantes; en 2023 eran 33.2 delitos y en 2022 se contabilizaron 28.7 delitos. No hemos avanzado en nada.

Y bueno, la otra cara del problema es que la cifra negra del delito en México, entendida como los delitos que se cometen y no se denuncian ante las autoridades, llegó el año pasado a 93.2 por ciento, cuando en 2023 ese indicador alcanzó 92.9 por ciento.

Por eso no se exagera al decir que mientras México no recupere en algo la paz, no se podrán alcanzar las tasas de crecimiento que requiere el país para atender una demanda anual de al menos 1 millón de empleos que, por supuesto, no estamos generando, y donde la sociedad ve muy lejano el discurso político de la realidad. No es noticia que la violencia e inseguridad se normalizan.

 

La ruta del dinero

Una vez que la secretaria de Economía que lleva Marcelo Ebrard ha iniciado la convocatoria para que diversos sectores se expresen en torno a la revisión del T-MEC, han surgido las primeras voces en el sentido de profundizar el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá para elevar la competitividad de México. Tal es la postura de Coparmex, que preside Juan José Sierra, quien indicó que ante una economía que permanece estancada “México depende en gran medida de aprovechar las ventajas del T-MEC, pero al mismo tiempo necesita generar un entorno de certeza y seguridad que permita atraer inversiones”.

El líder de la patronal dijo lo anterior al participar en el foro Grandes Empresas, Líderes Empresariales y Financieros, que organizó Coparmex junto con Banco Azteca, donde estableció que la otra vertiente urgente es impulsar a las MiPymes. En el foro que le comento, Coparmex firmó un convenio con Banco Azteca, que lleva Alejandro Valenzuela, para ampliar los beneficios a las empresas afiliadas a la patronal en sus 71 centros empresariales…

Entre los distintos tipos y opciones en el negocio de la hospitalidad, llama la atención el crecimiento del turismo inclusivo. Tal como se expuso en el reciente Simposio de Viajes LGBTQ+ celebrado en Los Cabos, Baja California Sur, donde se informó que mientras en 2023 apenas el 13 por ciento de ese segmento se identificó como parte de la comunidad LGBTQ+, para 2024 la cifra se incrementó al 21 por ciento, un aumento de 8 puntos porcentuales.

Pero las cosas no paran ahí. Se proyecta que el mercado global de viajes LGBTQ+ podría alcanzar más de 560 mil millones de dólares en 2030. Según Rodrigo Esponda, director general del Fideicomiso de Turismo de Los Cabos, la expectativa está basada en datos inobjetables, y ese destino se consolida como uno de los más importantes para turismo inclusivo en nuestro país.

Algo interesante es que esa comunidad es mayoritariamente turismo extranjero y se estima que llega al 73 por ciento, con una estancia promedio que rebasa las 6 noches y un gasto promedio de poco más de 6 mil dólares. No en balde otras entidades del país buscan atraer ese tipo de viajeros en diversos paraísos turísticos.

 

Por Rogelio Varela / Síguenos en FacebookX y LinkedIn

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