La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo dijo ayer que sería conveniente para el país tener un debate sobre el papel del Banco de México en la economía, lo que refleja la desesperación del gobierno por el bajo crecimiento.
Hace días le comentaba que México se dirige a su séptimo año de crecimiento cercano a cero. El promedio de toda la pasada administración fue de 0.5 por ciento anual, y este año las estimaciones del FMI apuntan al 0.2 por ciento. Queda claro que vamos por el mismo camino.
Por eso ayer sorprendió que en la Mañana del Pueblo una reportera planteara el tema del Banco de México, que desde su autonomía en abril de 1994 tiene como objetivo mantener el poder adquisitivo del peso, es decir, el combate a la inflación.
En su argumentación, la presidenta Sheinbaum reiteró que no se busca eliminar la autonomía del Banco de México, pero dijo que otros bancos centrales, como la FED en Estados Unidos, tienen un mandato dual, y además de fijar férreos controles a la inflación vía políticas monetarias, también promueven el crecimiento de la economía.
Aunque es un tema bastante técnico, creo que es bienvenido iniciar ese debate porque revelará que no sólo con dinero barato puede crecer un país. Ya lo decía en su momento el primer gobernador del Banco de México, Miguel Macera Aguayo: la simple emisión de dinero no resuelve la pobreza.
Las palabras que salieron de Palacio Nacional manifiestan que el actual gobierno busca como sea motores para crecer, cuando la 4T ha tenido los presupuestos públicos más altos de la historia, ya sea por la vía fiscal o por endeudamiento, con resultados francamente desastrosos, porque ahora se enfrenta a la necesidad de ajustar su gasto para tratar de enderezar las finanzas públicas recortando en doble dígito el gasto en salud, educación, seguridad y cuidado del medio ambiente. En pocas palabras, afectando al pueblo noble y bueno que suele desconocer las entrañas de la economía.
Es ahí donde el Congreso debería exigir que se ejerza un gasto público que en realidad apoye la reactivación de la demanda interna, pero ese es otro debate.
A veces los políticos piensan que sólo con tasas de interés bajas una economía puede crecer. Experiencias sobran que ponen en duda el planteamiento. Para no ir tan lejos, el propio Donald Trump la semana pasada visitó de manera sorpresiva a Jerome Powell en la sede de la Reserva Federal de Estados Unidos en Washington para presionar al banquero.
Pero la pregunta que aquí debemos hacernos —y que, por cierto, se da a pocas semanas de que el Banco de México cumpla sus primeros 100 años (lo fundó el presidente Plutarco Elías Calles un 25 de agosto de 1925)— es si el banco central debe modificar su mandato constitucional y avanzar a un modelo dual de combate a la inflación y promoción del crecimiento.
La propuesta es arriesgada por un contexto donde el estancamiento económico obedece a temas diversos, como la incertidumbre que ha traído el cambio de régimen, los desaciertos en el gasto público, y ahora un escenario distinto para nuestro comercio exterior donde todo indica que ya no habrá más aranceles cero para exportar a Estados Unidos.
La inflación en estos años, además, ha estado expuesta a otras presiones y no se vislumbra una trayectoria clara de descenso por temas que van más allá de lo monetario. Anote aquí las extorsiones que explican en estos años una parte del alza de precios, y ni qué decir de nuevos desafíos como el cambio climático.
Añada que una economía como la mexicana, con poca penetración del crédito por el tremendo peso de la informalidad, una baja sustancial en la tasa de interés tiene efectos limitados. Pero como sea, será positivo tener una discusión seria.
No es menor que el mandato único del Banco de México, que tiene como gobernadora a Victoria Rodríguez Ceja, sea la estabilidad de precios, porque en el pasado hemos comprobado que una inflación alta inhibe la inversión, altera el consumo y se come el ahorro, que son fundamentales para un crecimiento sostenido de la economía.
La ruta del dinero
Todo indica que la tercera temporada de La Casa de los Famosos de TelevisaUnivisión romperá todos los récords de audiencia. Por lo pronto, el domingo pasado el estreno de ese reality fue visto por más de 12.2 millones de televidentes. Se trata de un gran inicio en los parámetros que miden la barra dominical en la pantalla chica, esto sin mencionar el tráfico en redes sociales que también arrojó cifras relevantes, y las transmisiones que tiene en la plataforma VIX.
Por Rogelio Varela / Síguenos en Facebook, X y LinkedIn