La tasa de desocupación entre los jóvenes duplica al promedio general lo que explica la precariedad del empleo en ese segmento de la población
Una de las consecuencias del bajo crecimiento de México en los últimos años es la falta de empleo formal, bien remunerado donde los jóvenes son los más afectados.
Un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica que en México el 40 por ciento de las personas desempleadas tienen entre 20 y 29 años de edad.
Este dato confirma una brecha profunda: la juventud enfrenta una desocupación significativamente mayor que la población adulta, y con ello, se pierde un recurso clave para la innovación y el crecimiento corporativo.
Hablamos de tasas de desocupación entre jóvenes que llegan a rebasar el 5 por ciento cuando el promedio nacional ronda el 2.4 por ciento.
Esto a pesar de que se reconoce que los jóvenes en muchos centros laborales aportan nuevas perspectivas, habilidades digitales emergentes y mayor adaptabilidad, elementos cada vez más críticos entre las empresas laboral en transformación.
“Para las empresas mexicanas, asumir una estrategia que integre a los jóvenes con formación, desarrollo y oportunidades reales no solo contribuye a frenar la desocupación juvenil —que afecta a 4 de cada 10 jóvenes sin empleo—, sino que impulsa la competitividad, reduce costos organizacionales y fortalece su reputación social”, explica Fernando Rojas, CEO socio de ESSAD.
Según el Foro Futuro (organizado por Santander y Cinco Días), muchas empresas hoy prefieren desarrollar talento dentro de la organización en lugar de buscar fuera, mediante programas de upskilling, movilidad interna y evaluación continua.
Esto fortalece la retención, reduce rotación y convierte al talento joven en un motor de crecimiento sostenible.
Respuesta a un desafío demográfico. América Latina, incluido México, cuenta con un “bono demográfico”: una proporción alta de jóvenes. Pero para capitalizar esta oportunidad, se requiere que el mercado laboral no los deje fuera.
El informe de la OIT sobre América Latina y el Caribe revela que la tasa de desocupación juvenil es tres veces mayor que la de los adultos, y que cerca del 60 % de los jóvenes trabajan en la informalidad, sin acceso a seguridad social ni condiciones laborales dignas. Esa precariedad limita su potencial y compromete la sostenibilidad del talento.
La organización México ¿Cómo Vamos? destaca que el sistema educativo y los modelos de formación aún no logran alinear las habilidades que se enseñan con las demandas reales del mercado laboral.
La OIT advierte que ignorar la realidad del desempleo y subempleo juvenil conlleva altos costos sociales y económicos: pérdida de productividad, menor consumo e inversión internas, desplazamiento a actividades informales y riesgo de desafección social.
El caso es que expertos del IMCO han señalado que nuestro país está desperdiciando una oportunidad estratégica al no aprovechar el potencial de su juventud.
Lo relevante para los individuos y las organizaciones es qué hacer ante un entorno laboral complejo donde los factores económicos impactan, pero también se incorporan otras variables como es el cambio tecnológico.
Expertos en derecho laboral y gestión de talento humano de la firma Essentia Advisory (ESSAD) que dirige Jesús Moscoso coinciden en que hay que adaptar los procesos internos de las empresas a las fortalezas de los equipos de trabajo formados por nuevos talentos. En este sentido, recomiendan:
• Adoptar estrategias de talento interno, identificando y potenciando jóvenes dentro de la organización mediante programas personalizados, evaluación constante y movilidad interna desde entradas tempranas.
• Fomentar alianzas público-privadas que conecten la formación educativa con las demandas reales del sector empresarial.
• Promover la inclusión laboral formal, evitando que los jóvenes permanezcan en la informalidad, para garantizar condiciones dignas, seguridad social y crecimiento profesional.
En un momento en que la economía mundial requiere innovación, agilidad y transformación digital, el talento joven ya no debe verse como una «futura promesa». Es un recurso clave del presente.
La ruta del dinero
Fíjese que la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) de la Ciudad de México, que lleva Julia Álvarez Icaza a través de la Dirección General de Coordinación de Políticas y Cultura Ambiental (DGCPCA), y ECOCE que comanda Jorge Terrazas anunciaron varios compromisos conjuntos para fortalecer el programa “Mercado de Trueque”. Se trata de un espacio pionero que fomenta la cultura del reciclaje, evitando que miles de toneladas de residuos lleguen a los rellenos sanitarios y promoviendo la responsabilidad ambiental entre la ciudadanía. El propósito del programa “Mercado de Trueque” es fomentar la cultura del reciclaje y reducir el impacto ambiental de los residuos sólidos, es por eso la invitación está abierta a la ciudadanía para que entreguen los materiales reciclables de manera ordenada y responsable. Y es que más allá de los beneficios directos, esta iniciativa busca impedir que los residuos terminen en rellenos sanitarios, tiraderos, alcantarillas o ecosistemas como mares y ríos, donde generan graves problemas ambientales que afectan al suelo, al agua y al aire.
En este esfuerzo colaborativo, la SEDEMA y ECOCE establecieron lineamientos claros para la recepción, recolección, transporte y trazabilidad de los residuos sólidos urbanos, asegurando que sean enviados a plantas de reciclaje bajo un estricto cumplimiento de normas y leyes ambientales. Este convenio incorpora objetivos en materia de economía circular y educación ambiental en coordinación con la industria y las autoridades.
Al respecto, Jorge Terrazas, director general de ECOCE, destacó que “El «Mercado de Trueque» es mucho más que un programa de acopio: es un punto de encuentro entre la ciudadanía, la educación y la sostenibilidad. En ECOCE estamos convencidos de que fomentar hábitos responsables desde lo cotidiano transforma la manera en que vivimos nuestras ciudades y abre el camino hacia una cultura ambiental sólida y participativa”.
Las cifras acumuladas de ECOCE en el “Mercado de Trueque” entre 2019 y agosto de 2025 muestran el alcance de estos esfuerzos sumando 199,179 kilos de materiales recuperados y enviados a reciclaje. De este total, el 35% corresponde a vidrio (69,432 kg), el 18% a cartón (36,211 kg) y el 17% a PET (34,504 kg), seguidos por cartón laminado, papel, PEAD, hojalata, aluminio y empaques plásticos flexibles EPF… La empresa mexicana de origen chino Time Ceramics abrió las puertas de su primer showroom, con lo que se consolida como una nueva opción en el mercado de porcelanatos. Con 30 años de experiencia a nivel internacional y recientemente llegada a México, con una inversión de 2 mil 700 millones de pesos, tecnología de vanguardia y el uso de mano de obra y materias primas 100 por ciento nacionales, los productos que ahí se muestran ofrecen un concepto innovador que combina diseño, calidad y precios competitivos, características que distinguen a la marca y la colocan a la vanguardia de la construcción y el interiorismo. La inversión china ha sido una gran aportación ya que en poco tiempo hizo que México pasara de importador a exportador de porcelanatos, además que a nivel regional Time Ceramics contribuye también en la creación de un polo de desarrollo en la región de Emiliano Zapata en el estado de Hidalgo, donde se ubica su planta.
Por Rogelio Varela / Síguenos en Facebook, X y LinkedIn