La esperada adquisición de Estafeta por parte de United Parcel Service (UPS) se desvaneció, luego de que la empresa mexicana de logística, con 46 años de trayectoria, anunciara que seguirá operando de manera independiente, tras una ruptura de última hora en las negociaciones que comenzaron en julio de 2024.
La noticia, comunicada por ambas compañías, puso de relieve los desafíos de la consolidación logística en México, un mercado donde la competencia y la infraestructura juegan un papel clave.
“Estafeta seguirá operando con la misma solidez, calidad y confiabilidad que nos ha caracterizado a lo largo de estos 46 años de historia”, señaló la compañía en un comunicado, subrayando que su enfoque permanece en estar cerca de sus clientes “para brindar un servicio logístico de excelencia” y asegurando la continuidad de sus operaciones.
La empresa reiteró su compromiso con la inversión, la generación de empleo y el fortalecimiento de su presencia en México.
Infraestructura estratégica
El interés de UPS no era casual, porque le permitiría acceder con Estafeta a 129 centros operativos, 13 estaciones aéreas y seis aviones Boeing 737-400, alcanzando al 95% del territorio mexicano.
Con la integración, UPS podría haber ampliado la cobertura en el país y permitido optimizar su red de transporte y distribución.
Incluso, la transacción entre ambas empresas recibió en su momento la aprobación de la extinta Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), un paso decisivo para asegurar la viabilidad y legalidad de la operación comercial.
No obstante, los términos finales de la negociación resultaron insalvables, al menos para una de las partes.
Esa fue la razón notificada por UPS el 17 de agosto a la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC), explicando que la compra quedaba cancelada “debido a la imposibilidad de cumplir con todas las condiciones de cierre”.
“UPS ha rescindido sus planes de adquirir Estafeta. Seguimos comprometidos con el crecimiento en México y con ofrecer el servicio confiable que nuestros clientes esperan”, declararon desde la compañía estadounidense, dejando claro que la estrategia en México continuará, pero sin la integración con Estafeta.
Impacto y señales
La cancelación tuvo efectos inmediatos, tras el anuncio en los EE.UU., porque UPS México suspendió de último momento una conferencia prevista para conmemorar su 34 aniversario en el país, donde iban a participar Kenia Page, directora de UPS México, y Rosalva Rivera, directora de Mercadotecnia de UPS Latinoamérica.
Más allá del acto, el hecho refleja la sensibilidad del mercado logístico ante cambios estratégicos inesperados.
Para Estafeta, la ruptura también podría ser una oportunidad, en cuanto libre de la integración, podrá reafirmar su independencia, consolidar su red de transporte y profundizar su relación con clientes mexicanos en un sector que sigue siendo fundamental para el comercio y el desarrollo industrial del país.
La historia de la logística para Estafeta, al menos por ahora, continuará escribiéndose desde Guadalajara y no desde Atlanta.
Por Edna Herrera / Síguenos en Facebook, X y LinkedIn