El gobierno federal reconoció que, aunque México busca un renacimiento del transporte ferroviario de pasajeros, el camino no será sencillo. La modernización de las líneas existentes y la construcción de nuevas rutas que conecten los principales centros urbanos enfrenta desafíos significativos en materia de infraestructura, tecnología y coordinación, además de la necesidad de no interferir con la operación de carga que atraviesa el país.
Así quedó evidenciado en Exporail 2025, donde Andrés Lajous, titular de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), y el General Gustavo Ricardo Vallejo Suárez, comandante del Agrupamiento de Ingenieros “Felipe Ángeles”, discutieron experiencias operativas y desafíos técnicos que muestran tanto logros como tensiones en la implementación de trenes de pasajeros.
Experiencias operativas y aprendizajes
Entre los ejemplos más citados estuvo la operación del Tren Maya y del Tren Interurbano México-Toluca, donde ambos proyectos demostraron que, con capacitación y coordinación, es posible poner en marcha trenes de largo recorrido en tiempos relativamente cortos.
Sin embargo, los panelistas coincidieron en que estos logros no pueden ocultar la complejidad de replicar estas experiencias en nuevas líneas, donde la interacción con vías de carga, infraestructura existente y proveedores locales genera conflictos de interés y riesgos operativos.
El control del tráfico ferroviario se presentó como otro punto crítico, ya que, aunque se busca estandarizar sistemas mediante RTMS nivel 1 y 2, expertos señalaron que la diversidad tecnológica actual, con sistemas distintos en metro, trenes suburbanos y de carga, obliga a tomar decisiones que no siempre son óptimas ni uniformes.
“La experiencia internacional nos da referencias, pero cada proyecto tiene sus particularidades. No hay soluciones mágicas”, advirtió uno de los ponentes.
Control de tráfico y estandarización tecnológica
Otro tema sensible es la coordinación con la infraestructura de carga, puesto que la construcción de nuevas líneas requiere convenios de convivencia operativa, que delimitan responsabilidades, establecen ventanas de trabajo y prevén mecanismos de emergencia.
No obstante, según los panelistas, la implementación práctica de estos convenios sigue siendo un reto, y cualquier error podría afectar tanto la seguridad como la continuidad del transporte de carga, vital para la economía.
Convivencia con infraestructura de carga y seguridad
En el plano técnico, la discusión sobre el uso de CBT vs. RTMS nivel 1 o 2 refleja la tensión entre estándares de eficiencia y costos de infraestructura, puesto que los expertos reconocen que la necesidad de una red robusta de telecomunicaciones, combinada con largas distancias y frecuencias variables, obliga a decisiones que equilibran riesgo, inversión y confiabilidad.
“Minimizar infraestructura puede reducir riesgos de mantenimiento, pero implica mayor complejidad operativa”, señalaron.
A pesar de los logros, los panelistas coincidieron en que la seguridad es la prioridad que aún enfrenta mayores desafíos, por lo que la coordinación entre constructores, autoridades, municipios y operadores de carga requiere un nivel de detalle y planificación que no siempre se logra sin fricciones.
Por Daniel Zurita / Síguenos en Facebook, X y LinkedIn