Pese a que el gobierno federal ha apostado por la operación mixta en el Tren Maya, como un modelo para optimizar el uso de la infraestructura ferroviaria, el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) señaló que este esquema enfrenta importantes desafíos técnicos y de operación, sobre todo cuando los trenes de pasajeros y de carga comparten la misma vía.
Durante el panel sobre operación ferroviaria mixta en ExpoRail 2025, especialistas coincidieron en que la coexistencia del transporte de pasajeros y carga representa una oportunidad estratégica para elevar la eficiencia logística de México. No obstante, advirtieron que su implementación requiere planeación técnica, inversión sostenida y reglas de operación precisas.
Juan Carlos Miranda Hernández, presidente de la Comisión de Transporte del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), destacó que la operación mixta puede maximizar el uso de la infraestructura ferroviaria, pero exige una gestión rigurosa de los horarios, la señalización y el mantenimiento.
“El problema no es técnico, sino de gestión. Si no hay planeación rigurosa, las diferencias de velocidad entre trenes de pasajeros y de carga saturan la red y reducirán la eficiencia”, señaló.
De pasajeros a carga
Miranda Hernández consideró que el Tren Maya es un caso especial, pues fue concebido originalmente como un proyecto de pasajeros y posteriormente se incorporó la operación de carga, lo que obliga a adecuar su infraestructura y sistemas bajo una lógica mixta.
“Este proyecto no nació con vocación de carga, pero su red fue adaptada para aprovechar la infraestructura existente. Hoy representa un laboratorio real de interoperabilidad en México”, apuntó.
Por su parte, Óscar Hernández Oviedo, titular de la Unidad de Administración de Infraestructura del Tren Maya, coincidió en que el modelo mixto puede maximizar el uso de la vía férrea, siempre que se apliquen estándares internacionales y sistemas tecnológicos avanzados.
“El transporte de pasajeros y carga en la misma vía permite que una sola inversión sirva para dos propósitos, pero sin reglas ni tecnología adecuada, las diferencias de velocidad y peso pueden reducir la capacidad efectiva de la red”, afirmó.
El funcionario explicó que el Tren Maya fue diseñado desde su origen para permitir la circulación de trenes de carga y pasajeros. En su caso, se implementará el sistema RTMS nivel 1, una plataforma digital que administra horarios, protege movimientos y reduce intervalos entre trenes, similar a la utilizada en Europa.
A diferencia de los modelos norteamericanos, enfocados principalmente en carga, el Tren Maya buscará equilibrar ambos servicios mediante horarios diferenciados —pasajeros durante el día y carga por la noche—, apartaderos de 1.5 kilómetros y tramos de doble vía en zonas de alta demanda.
El proyecto ferroviario del sureste contempla la adquisición de 12 locomotoras de arrastre, 100 de patio y más de 500 vagones de distintos tipos. La primera fase del tren de carga concluirá a finales de 2026, con impacto económico directo en los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, y una futura conexión hacia Guatemala.
Ambos especialistas coincidieron en que la operación mixta representa un paso adelante en la modernización del transporte ferroviario nacional, pero subrayan que su éxito dependerá de una hoja de ruta bien estructurada, mantenimiento constante y coordinación entre el sector público y privado.
Por Daniel Zurita / Síguenos en Facebook, X y LinkedIn