Por Edna Herrera
El reporte de ventas correspondiente a marzo de 2025 de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) confirmó una tendencia descendente para el comercio formal en México, al aproximarse a una baja del -2%.
De entrada, el desempeño más adverso se registró en las tiendas, donde las ventas en tiendas iguales —que reflejan el comportamiento de unidades con más de un año de operación— cayeron -1.7%, mientras que, a tiendas totales, que incluyen las aperturas más recientes, el descenso fue de -0.4%.
Este resultado evidenció la fragilidad del consumo en bienes no esenciales, particularmente en segmentos como ropa, artículos de hogar o electrónicos, rubros habitualmente ligados al poder adquisitivo de las familias de niveles medio y alto, que continúan moderando su gasto ante un entorno económico incierto.
Entorno incierto
En el acumulado de enero a marzo de este año, el panorama general tampoco resultó alentador, según el reporte de las tiendas de autoservicio.
Las ventas a tiendas iguales apenas crecieron 0.3%, una cifra insuficiente para cubrir el efecto inflacionario anual y que da cuenta de una economía interna debilitada en su capacidad de consumo.
A tiendas totales, el crecimiento acumulado fue de 2.9%, pero nuevamente impulsado por la apertura de nuevas tiendas y no necesariamente por una recuperación en la demanda agregada.
Por segmento, las tiendas de autoservicio, que concentran principalmente alimentos y productos de primera necesidad, mostraron un crecimiento de 2.6% a tiendas iguales y de 5.7% a tiendas totales durante marzo.
Aunque estas cifras son mejores en comparación con las departamentales, su incremento moderado puso de evidencia que el consumo se mantiene contenido incluso en rubros básicos, limitándose a compras indispensables y evitando gastos superfluos.
Fragilidad del consumo
No obstante, algunos rubros siguieron registrando avances, como es el caso del sector de tiendas especializadas, que reportó un avance de 1.7% a tiendas iguales y de 5.5% a tiendas totales.
Este segmento, que incluye comercios como farmacias, tiendas de conveniencia y establecimientos de tecnología, conserva un ritmo ligeramente superior al de autoservicio, aunque aún limitado frente a periodos anteriores de mayor dinamismo.
En términos nominales, las ventas totales en marzo alcanzaron 130.7 mil millones de pesos, mientras que las acumuladas al primer trimestre sumaron 368.5 mil millones de pesos.
No obstante, estas cifras, sin considerar el efecto de la inflación y las nuevas aperturas, maquillan una situación en la que la demanda en puntos de venta consolidados apenas fue sostenible.
El acumulado de ventas totales de marzo, aunque positivo, debe leerse con reserva, según gerentes comerciales consultados.
El crecimiento de 3.7% a tiendas totales durante el mes no reflejó un verdadero repunte del consumo, porque fue consecuencia directa de la incorporación de nuevos establecimientos a la red comercial, sin que esto signifique un mayor dinamismo en el gasto de los hogares, apuntaron.
