En un mercado dominado durante décadas por motores de combustión, el fabricante de vehículos chino BYD Trucks está apostando a que México pueda convertirse en el nuevo núcleo para Latinoamérica en la electromovilidad.
La compañía ve en el país no solo un mercado de alto consumo, sino también un laboratorio donde se juegan las reglas del transporte sostenible del futuro.
“México es estratégico y con gran potencial en Latinoamérica”, asegura Óscar Zubiría, director comercial de BYD Trucks México, convencido de que el cambio tecnológico ya no es opcional, sino inevitable.
La empresa ha crecido a paso sostenido en los últimos cinco años, colocando unidades eléctricas en sectores clave de logística y distribución, dijo el funcionario en entrevista con Info-Transportes.
Última milla en foco
El atractivo inicial para sus vehículos, donde hay desde utilitarios hasta trucks, está en la llamada “última milla”, donde hay recorridos cortos y repetitivos, ideales para probar tecnologías sin emisiones.
BYD ha diseñado vehículos capaces de operar rutas de 50 a 100 kilómetros diarios, con recargas en centros de distribución.
“Hemos aprendido cómo deben de ser los vehículos eléctricos de última milla que se adapten correctamente a la logística mexicana”, explica Zubiría.
Además, enumera ventajas concretas como un menor gasto energético en el tráfico, cero emisiones, operación silenciosa y baterías de alto rendimiento.
De hecho, presumen que por ello no sorprende que corporativos como Grupo Lala, Liverpool, Sigma Alimentos y Grupo Salinas ya formen parte de su cartera de clientes.
Infraestructura pendiente
Sin embargo, el desafío es más estructural que tecnológico, sobre todo en el segmento de tractocamiones, donde la falta de estaciones de recarga a nivel nacional limita el despliegue de flotas.
BYD no pretende ser un simple proveedor de unidades, porque busca alianzas en financiamiento, arrendamiento e infraestructura para garantizar operaciones integrales.
“No queremos ser vistos como una empresa que solo vende camiones, sino como un socio estratégico para la cadena logística”, enfatiza Zubiría, que además prevé un avance que sorprenderá.
Y a pesar de que la política arancelaria también juega un papel incierto, el impacto logístico es menor, aun con la propuesta de la Secretaría de Economía de elevar gravámenes hasta 50%. No obstante, es una alerta para la importación de pesados eléctricos.
Vitrina en Guadalajara
El momento de mayor exposición, afirma Zubiría, llegará en noviembre, cuando Expo Transporte ANPACT 2025 reúna en Guadalajara a más de 500 marcas globales.
BYD presentará allí una gama renovada de camiones eléctricos fabricados para las condiciones de caminos 100% mexicanos, con la promesa de mayores ahorros en costos operativos, exenciones fiscales como la no verificación y un servicio postventa que respalda a los clientes.
La apuesta va más allá de un portafolio atractivo: hay un mensaje claro. El futuro del transporte no se decidirá solo en los grandes mercados de Asia o Europa, sino también en los puertos, carreteras y centros de distribución de México.
Y BYD quiere estar al frente de esa transición en poco tiempo.
Por Edna Herrera / Síguenos en Facebook, X y LinkedIn