Brazo portuario de MSC y BlackRock concluyen compra de IPM a Tribasa

La mayor naviera del mundo MSC (Mediterranean Shipping Company), concretó su entrada al Puerto de Altamira a través de su brazo portuario TIL, luego de concretar la compra de Infraestructura Portuaria Mexicana (IPM), subsidiaria de la concesionaria de carreteras Pinfra.

La operación por un monto superior a 800 millones de dólares, se realizó a través de Terminal Investment Limited Holding (TIL), empresa con sede en Ginebra, Suiza, especializada en terminales de contenedores, y en donde el mayor fondo de inversiones estadounidense BlackRock mantiene una participación directa como inversionista estratégico.

Fin de la operación Pinfra-MSC

Para Pinfra, la venta de IPM representa un fortalecimiento financiero importante.

De acuerdo con Brian Rodríguez, analista de Monex, la operación permite a la empresa enfocarse en su negocio principal: la operación de autopistas bajo concesión.

“Los inversionistas lo recibieron de forma positiva. IPM aportaba sólo el 7.2 % de sus ingresos (de Pinfra) y 4.2 % del flujo operativo consolidado en el primer trimestre del año”, explicó.

Actualmente, Pinfra controla 24 títulos de concesión en México, incluyendo 26 autopistas activas, tres obras parciales y un contrato de operación de puente.

Esta red representa el 99 % de su EBITDA, por lo que la desinversión portuaria fortalece su perfil como operador carretero puro.

Por otro lado, para MSC, que en México encabeza Víctor Monroy Vollomer, y para BlackRock, esta adquisición consolida su presencia en uno de los puertos más dinámicos del Golfo de México.

TIL, filial de MSC, opera más de 70 terminales portuarias a nivel global y cuenta con una flota superior a 900 barcos, centrados principalmente en el movimiento de contenedores.

BlackRock, señal de confianza

El interés de BlackRock, uno de los fondos de inversión más influyentes del mundo, envía un mensaje de confianza al mercado portuario mexicano, en un contexto donde el Gobierno busca atraer inversiones privadas bajo esquemas de coinversión y eficiencia logística.

La presencia del fondo estadounidense no solo suma capital, sino también gobernanza financiera e institucionalidad a largo plazo, lo que podría elevar los estándares de operación e infraestructura en Altamira.

IPM: una terminal opaca

La Infraestructura Portuaria Mexicana (IPM) opera desde 1994 en el Puerto de Altamira, y se mantuvo durante este tiempo alejada de los reflectores a pesar de manejar un mercado considerable de contenedores y carga general hacia el norte de México.

Previo a su venta, aumentó su concesión con ASIPONA Altamira para darle vigencia hasta 2056.

La terminal concesionada administra la terminal 2, con una superficie total de 282 mil m², 950 metros de muelle y más de 236 mil m² de patios para contenedores, así como áreas especializadas para carga refrigerada, acero y mercancía general.

Procesa alrededor de 50 mil contenedores por trimestre, con servicios que van desde recepción y almacenamiento hasta despacho y transferencia de carga.

Reordenamiento portuario en marcha

Con esta operación, el Puerto de Altamira se suma a una tendencia regional de renovación y expansión portuaria, en la que actores globales como MSC y BlackRock buscan participar en las cadenas logísticas del nearshoring, el comercio intercontinental y los corredores estratégicos de México.

La venta de IPM no solo reconfigura el mapa de operadores privados en los puertos nacionales, sino que también marca la entrada directa de capital financiero internacional al sistema portuario mexicano, con miras a largo plazo y alta competitividad global.

 

Por Edna Herrera / Síguenos en FacebookX y LinkedIn

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