En un contexto de volatilidad económica global y cambios constantes en las tarifas de transporte, América Latina se enfrenta a retos estructurales que frenan su competitividad en el comercio marítimo, advirtió Antonio Domínguez, presidente de Maersk para América Latina y el Caribe, durante el Foro Marítimo y Logístico 2025.
Advirtió que Panamá y la región necesitan más que nunca fortalecer su conectividad, capacidad portuaria y adopción tecnológica.
Domínguez criticó la limitada conexión entre los países latinoamericanos, lo que dificulta el intercambio comercial intrarregional.
Y apuntó: “¿Cómo le vendo a Brasil o a Colombia si no tengo capacidad de cabotaje? Nos falta conexión. No hay forma eficiente de mover mercancía entre nosotros”.
Cuellos de botella
Uno de los mayores cuellos de botella, expuso, son los puertos, debido a que “los barcos que están llegando, cada vez son más grandes y más rápidos, pero no hay suficiente capacidad instalada, mientras los buques se quedan esperando, y eso genera pérdidas”.
El presidente de Maersk explicó que, en algunos casos, los costos logísticos por la ineficiencia pueden llegar hasta los 25 mil dólares.
“Tengo clientes que prefieren mover su carga en aviones desde Panamá porque no pueden esperar más”, expuso.
La carga se va
Además, el directivo argumentó que Panamá tiene 15 años de retraso y “no solo necesitamos más puertos, necesitamos tecnología”.
En este sentido, dijo que Maersk ha destinado 6 mil millones de dólares en modernización portuaria, y argumentó que “no basta con tener el canal”.
“Si no nos aliamos entre sector privado y público y no adoptamos tecnología, vamos a seguir perdiendo carga frente a vecinos como Colombia, Costa Rica o el Caribe”, advirtió.
La carga, dijo, se está yendo a países vecinos, por ello “Panamá necesita reaccionar ya, o la región quedará fuera del mapa logístico global”.
Por Liliana Gómez / Síguenos en Facebook, X y LinkedIn